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Wohngesunder Designboden im Hausboot
MEISTER Designboden in einem Hausboot

Slow living: el estilo es el reflejo del alma

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El slow living es mucho más que una simple moda de los últimos años. El concepto apareció en la década de 1990 como contraposición a la mentalidad fast food, que cada vez imperaba en más sectores de la sociedad. Ahora, casi veinte años más tarde, esta tendencia vuelve a resurgir. ¿Por qué vuelve a estar en boca de todos? ¿Cómo podemos trasladar la filosofía slow living a nuestros hogares?

Lindura Holzboden in einem Arbeitszimmer

El slow living vuelve a estar de moda

Con los inicios de la industrialización, a mediados del siglo XIX, la técnica y la tecnología comenzaron a avanzar a pasos agigantados. Fue una época rica en descubrimientos y uno de ellos fue la máquina de vapor, que permitió mejorar el funcionamiento de la maquinaria industrial de sectores muy distintos. La mentalidad era conseguir que los procesos industriales fuesen cada vez más rápidos y eficientes. Una mentalidad que se reflejó en la propulsión de barcos, locomotoras y automóviles. El mundo se iba acelerando poco a poco.

Y lo que empezó antaño con el inicio de la Revolución Industrial y fue acelerando el mundo, sin prisa, pero sin pausa, llegó a su apogeo en la actualidad, en la era digital. Hoy en día, la velocidad de aquellos tiempos pretéritos nos parece casi una grabación hecha a cámara lenta porque nos movemos a un ritmo radicalmente distinto. Basta hacer clic con el ratón del ordenador y, en un abrir y cerrar de ojos, alguien al otro lado del mundo estará leyendo de inmediato nuestro correo electrónico. Basta hacer clic con el ratón otra vez y en algún almacén de algún rincón del mundo van a empaquetar nuestra nueva camiseta. Un tercer clic y estaremos en camino para encontrar a nuestra pareja ideal (o no).

Googleamos. Mandamos mails. Damos likes. Hacemos Zooms. Estamos siempre conectados, siempre queremos más y lo queremos más y más rápido. Vivimos a la velocidad de la luz.

Este es el ritmo en el que nos movemos por las redes de fibra óptica. Estamos permanentemente viajando virtualmente, pero demasiado a menudo perdemos de vista el ahora y el aquí, el mundo que nos rodea de verdad. A veces incluso perdemos de vista nuestro propio hogar. No sorprende, pues, que queramos encontrar la calma en algún rincón de toda esta vorágine y qué mejor sitio que en nuestra casa. Bajar de revoluciones, vivir más lentamente o, como dicen en inglés, slow living. He ahí la popularidad de la que goza actualmente este concepto. Porque nos inspira a respirar hondo y bajar las revoluciones de nuestro día a día.

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Gemütliches Wohnzimmer mit vielen Möglichkeiten zum Entspannen

La filosofía detrás del slow living

Slow living no define tan solo un estilo. Es un concepto que refleja una filosofía de vida que se contrapone a la aceleración propia del siglo XXI.  Su objetivo es fomentar la introspección, la calma y el sosiego. Estos son algunos de los términos clave del slow living. El resultado de esta desaceleración consciente debe permitirnos percibir más y mejor nuestro entorno y no dejar pasar el tiempo y las cosas sin darnos cuenta de lo que ocurre realmente. Se trata de centrarnos en una cosa específica y darle toda nuestra dedicación para frenar la aceleración de nuestras vidas. Naturalmente, el concepto y la mentalidad del slow living también se manifiestan en nuestra forma de vivir el diseño de nuestros hogares, que debe aportar, a su vez, calma y sosiego.

Lindura Holzboden in einem Wohnzimmer mit vielen Pflanzen

Diseñar un interior en el estilo slow living

Si queremos que nuestro hogar refleje el slow living, esta vida más sosegada, debemos crear un ambiente claro, sobrio y armónico. Tal vez esta descripción nos recuerda vagamente al minimalismo, ¿verdad? El slow living es ligeramente distinto. Por una parte, los diseños minimalistas destacan por la ausencia de todo aquello que no encaja con el conjunto, mientras que el slow living apuesta por una mayor libertad a la hora de diseñar un interior, que puede contar con más elementos de contraste.

A la hora de crear un espacio conforme al concepto del slow living, es importante optar por un diseño sobrio, con lineas definidas y mobiliario funcional. De esta manera, conseguiremos que nuestra mirada discurra plácidamente por el interior, se entretenga en los elementos más destacados y los pueda disfrutar con toda la calma, antes de proseguir sin ningún tipo de prisa ni tensión. En el slow living hay un elemento fundamental para evitar que nuestras miradas se pierdan entre las distracciones y el caos: el orden. Cuando hay orden, se genera un espacio en calma y armonía.

Un diseño perfecto cuenta con mobiliario y unos accesorios seleccionados hechos de materiales naturales, como, por ejemplo, la madera, la piedra o el cuero. Aportan vida y un toque atemporal y auténtico en una época marcada por las noticias falsas y el mundo virtual.

Podemos incorporar tranquilamente unos toques de color discretos. Los tonos más bien opacos combinan especialmente bien con los colores más intensos. Un sillón de color burdeos, por ejemplo, encaja muy bien con una manta de un tono rosa envejecido para complementarlo y, juntos, pueden ser el elemento de contraste en un entorno de diseño sobrio. Un conjunto perfecto para el slow living.

Helles Eiche-Parkett in einem gemütlichen Wohnzimmer
Fischgrätparkett Eiche cremeweiß in einer Altbauwohnung

El suelo adecuado para una vida slow living

Hay una gran variedad de suelos que se pueden combinar con el estilo slow living. Los interiores de diseño sobrio aportan calma y sosiego y esto es, precisamente, lo que busca el slow living. En este sentido, un suelo con aspecto de hormigón es una opción perfecta porque la estructura de la superficie es muy discreta si la comparamos con otros suelos, como el parquet de madera de nogal con un veteado intenso. Es un suelo estupendo porque el aspecto de piedra concuerda con la sobriedad del diseño y del mobiliario.

Otra opción es elegir un suelo que aporte el punto de contraste discreto que sí se permite en el estilo y la filosofía del slow living en comparación con el minimalismo, que es mucho más estricto. Así, pues, un suelo como un parquet de roble claro y vivo. Se trata de un revestimiento con un color muy agradable y una estructura suave que aportan una calidez y un toque natural que armonizan perfectamente con la simpicidad del diseño al estilo slow living.

Como dijimos, este estilo permite colocar algunos elementos destacados en el conjunto, siempre que sean pocos. Por este motivo, el patrón de colocación del suelo también puede contribuir a crear el entorno y el ambiente que se busca. Un patrón clásico y que siempre resulta en un acierto es el patrón en espiga. Es un patrón de colocación atemporal que aporta orden gracias a su estructura geométrica. No olvidemos que el orden es un elemento fundamental en la filosofía slow living. Pero cuidado: se trata de un patrón con una estructura vistosa y tan solo se debe elegir si la gama de colores y las líneas y las formas de la mayor parte del mobiliario son sobrias y discretas. Así, lograremos crear un bueno equilibrio entre el suelo y el mobiliario en el que nuestra mirada encontrará el reposo necesario.  

Consejos para un hogar slow living

  • Calma y sosiego
    Reflejar la mentalidad slow living requiere de una atmósfera calmada y equilibrada.
  • Líneas y colores discretos
    El mobiliario debe presentar líneas sobrias y claras, y la gama de colores debe ser discreta para conseguir el ambiente que buscamos.
  • Contrastes puntuales
    Por supuesto que podemos colocar elementos de contraste, pero deben ser unos pocos y bien seleccionados.
  • Una gran variedad
    Podemos adaptar el suelo al resto del conjunto o usarlo como elemento de contraste en sí mismo para que contribuya a la armonía del diseño.

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